domingo, 14 de marzo de 2021

LA CAÍDA DEL ÚLTIMO BASTIÓN DE LA NATURALEZA

Félix Rodríguez de la Fuente, el último bastión de la naturaleza. El hombre que cambio la manera de pensar de miles de españoles. El ser de luz que salvaría de la extinción a muchas especies. El último que intentaría salvar a la naturaleza, y con ello al planeta Tierra, de la inmundicia y el ego del ser humano. 

te recomiendo leas el artículo con la música del vídeo 

El 4 de marzo de 1980, Rodríguez de la Fuente presenta ante el Rey y el gobierno en pleno la estrategia de la conservación mundial para los recursos vivos y un desarrollo sostenible. Imagínense que peligro para incontables intereses económicos... Si me preguntan a mí personalmente, diría que esa presentación desencadeno tan solo 10 días después su trágico “accidente”. Félix para ese entonces ya se había convertido en todo un peligro para muchos políticos y poderes financieros, cuyo interés único es amasar fortuna sin importar nada más, pues era un ídolo de masas que llenaba estadios de fútbol de niños, que querían ver a aquel hombre que les hablaba de la naturaleza, y les transmitía que los animales merecían un enorme respeto. 


En este artículo no les voy a hablar de los detalles del accidente que se produjera aquel lejano ya 14 de marzo de 1980 en Alaska, pues sino lo saben, el caso ha sido recientemente reabierto por la audiencia nacional, y creo que eso se merece un programa en Frecuencia Oculta cuando dicha investigación arroje más luz sobre lo acaecido aquel frío día. Más bien este artículo trata de ser una oda al último bastión vivo de la naturaleza, al que fue considerado padre de hoy muchos naturalistas españoles. 


Félix, intentaste ser justo y luchar por aquellos que no tienen voz, intentaste salvar a la naturaleza, y con ello al ser humano del mismo ser humano. Más de 40 años han pasado ya de tu muerte amigo, pero tu recuerdo y tu lucha arde más que nunca en el corazón de aquellos que entendimos tu mensaje, pues sabemos que ni tú ni la naturaleza habéis muerto aún. ¡Amigo Félix levántate y dame la mano, y juntos, entre todos, podamos al fin ganar la batalla de la vida! 


A veces me gusta imaginarte como un gran lobo que vaga entre los árboles de los cada vez más pobres bosques de España. 

 Esta noche del 14 de marzo, llorará de nuevo el lobo.


Agus Fornieles.

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