miércoles, 8 de agosto de 2018

EXORCISMOS A TRAVÉS DE LA HISTORIA III

Caso Marta (Parte I)

Este exorcismos del que vamos a hablarles fue validado por el vaticano y llevado a cabo por el mayor exorcista que hay en nuestro país, el padre José Antonio Fortea a principios de siglo.

Dicho exorcismo fue practicado a Marta (nombre ficticio elegido por el padre J.A Fortea), una joven universitaria de unos 20 años de edad, menuda, de rasgos dulces, que cursaba sus estudios en ciencia, fue hospitalizada por una seria de extraños síntoma: sufría convulsiones, fuertes migrañas, dolores punzantes en todo el cuerpo, los ojos le volteaban y gritaba como una posesa. Tras dos semanas hospitalizada y una vez sus síntomas hubieran remitido fue enviada a casa donde vivía sola con su madre. A los pocos días de volver a casa sus síntomas no hicieron sino empeorar gravemente.



La madre de Marta empezó a notar crujidos y otros ruidos sin explicación aparente dentro de su casa; seguidamente la joven empezó a mostrar una enorme repulsión sobre todos los símbolos religiosos ya fuesen cuadros, crucifijos o rosarios. La situación tuvo su cenit cuando estando madre e hija juntas en el salón Marta de repente empieza a voltear la cabeza bruscamente hasta que se quedo petrificada y el sillón donde se encontraba comenzó a elevarse unos 20 cm del suelo.

Convencida la madre de que su hija estaba siendo infestada por una entidad demoníaca, comenzo a buscar ayuda en el ámbito eclesiástico, en el cual empezaría una verdadera peregrinación por casi todas las diócesis de España. Dicha peregrinación terminaría cuando se topo con el padre José Antonio Fortea, el cual ya contaba con varios exorcismos en su curriculum. El padre Fortea tras estudiar el caso y cerciorarse de que este cumplía todos los requisitos para un exorcismos, decidió aceptar el caso e iniciar el proceso el 23 de marzo de 2002 en la diócesis de Alcalá de Henares.

En la primera sesión el padre Fortea necesito la ayuda de cuatro personas para sujetar a Marta y poder orar. En medio del proceso el padre Fortea ordeno en el nombre de Jesucristo que le dijera cuantos demonios había en el cuerpo de la chica, este respondió que eran cinco y que habían entrado en la chica gracias a un "hechizo de muerte"

El padre Fortea explico que la enfermedad que casi mato a Marta se debía a un hechizo realizado por un chico conocido de la muchacha que se había obsesionado con ella y que canalizo su obsesión a través de siniestros rituales de invocación.

Con respecto a los cinco demonios los nombres de cuatro de ellos (uno de los cinco fue omitido por el padre Fortea) eran los siguientes:fausto, perfidia, azabel y zabulón. Todos a exepción de zabulón abandonaron el cuerpo de la chica en las ocho primeras sesiones. Para expulsarlos a parte del rito tradicional de exorcismo el padre Fortea tuvo que averiguar que era lo que más molestaba a cada uno de estos; por ejemplo a azabel lo que más le molestaba era el ruido de los besos de la madre de marta sobre el crucifijo.

Zabulón, el cual estudios del padre Fortea había aparecido en varios escritos medievales y había aparecido cuatro veces a lo largo de la historia, la penúltima en un exorcismo del padre Candiolo Amantini (maestro del gran exorcista italiano Gabriel Amorth), era un demonio que se resistia a salir y al que atormentaba enormemente ser obligado a repetir fragmentos de la biblia sobre todos aquellos de Juan en los que menciona a Dios como la luz. Al padre Fortea le asombraba como este demónio sin ser obligado repetía en algunas ocasiones de manera atormentada "yo vi la luz y me alejé de ella"

Posteriormente llegarían más demonios a habitar el cuerpo de Marta. El padre Fortea opto entonces solo por orar y ordenarles que se fueran. Entre los nuevos inquilinos se encontraba un espíritu infernal conocido como isomnio. Pero aún así el que más se seguía resistiendo era el llamado zabulón.

El periodista José Manuel Vidal, fue testigo de varias sesiones de este exorcismo, relato así la lucha del padre Fortea contra zabulón: "No habla demasiado pero es muy inteligente" así describía el padre Fortea a zabulón, el enemigo con el que venía luchando ya más de siete meses. El padre Fortea pensaba que se trataba simplemente del decimo hijo de Jacob y Lia, pero despúes se dio cuenta de que en realidad se trataba de uno de los demonios más poderosos del infierno.

Seguiremos con el relato de este exorcismo en el siguiente "EXORCISMOS A TRAVÉS DE LA HISTORIA".


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